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Dos hermanas con perfil registrado en el Banco Nacional de Datos Genéticos se encontraron gracias al análisis de ADN de FamilyTreeDNA. Conadi no busca hermandad entre quienes se acercan a Abuelas por dudar de su identidad de origen. A continuación, el relato de una de ellas (Débora Orué) al enterarse que tenía una hermana biológica que desconocía y de la que había estado separada durante 35 años.

El martes temprano recibí el mail que estuve esperando ansiosa todo el mes pasado: los resultados del análisis de ADN en FamilyTreeDNA. ¡Y llegaron con sorpresa! De esas que te cambian la vida para siempre: ¡¡tengo una HERMANA BIOLÓGICA!!

Nuestros padres biológicos, por motivos que todavía tenemos por descubrir, nos entregaron a la misma partera que luego nos vendió a nuestras respectivas familias de crianza. Josefina Messulam primero me entregó a mí. Un año y dos meses después a mi hermana Vicky.

Mientras mi familia eligió guardar sus secretos en Rosario, la de Vicky se los llevó a la provincia de Córdoba allá por 1988. Y nuestros caminos parecía que no volverían a cruzarse…

Hasta que llegaron los resultados de FamilyTreeDNA. Y sin anestesia ni demasiada ceremonia me marcaron que tenía un «full sibling» (hermano/a biológico/a).

Y la vida cambió. Sigo sin saber quiénes me trajeron a este mundo, cuándo nací, dónde ni cómo fue la entrega, pero ahora todas esas dudas pesan menos, porque son compartidas. Y quedan todas juntas acumuladas en un rincón, porque hoy lo importante es otra cosa: TENGO FAMILIA. Me veo reflejada en los ojos de Vicky, me veo en las caritas preciosas de mis sobrinos. Y el amor fluye por teléfono, WhatsApp, Facebook y medio de comunicación que se nos cruce por el camino. Hasta que llegue ese soñado primer encuentro cara a cara y podamos fundirnos en el abrazo que en forma virtual nos estamos dando desde el martes!

Y todo gracias a la pequeñísima base que tenemos en FamilyTreeDNA. Porque Vicky le hizo caso a nuestra compañera de NPP Alejandra Gurovici Gonzalez y se hizo el análisis en diciembre. Y porque yo tardé en juntar los $1400 que cuesta hacerlo, pero siempre lo tuve entre mis prioridades.

No tenemos ni 30 casos registrados en nuestro pequeño banco de datos genéticos. ¡Imagínense los reencuentros que podemos conseguir si más gente se lo hace! Y no sólo buscadores. Si tienen amigos, colegas, conocidos que se copan con la idea de conocer más sobre su origen étnico y encontrar familia en otros países, vamos a estar abriendo caminos para cerrar más historias y acercar a centenares de buscadores a su tan ansiada Verdad.

Son $1400. Es plata. ¡Pero no es tanta! Se puede juntar. Y no tiene nombre lo que puede significar para vos y para otras personas que están buscando su origen biológico.

Te invito a que lo hagas. Si lo podés pagar hoy, entrás en www.familytreedna.com y comprás el kit Family Finder. Si no lo podés pagar hoy, sí podés empezar a ahorrar hoy.

Encontrá más info acá: https://www.nuestraprimerapagina.org/tests-de-adn-ancestral/

Hacelo. Por vos. Por todos. Nuestro ADN nos va a llevar a la verdad.